Vivimos un primer sábado muy especial acompañando a La Virgen María en el silencio profundo del dolor por la muerte de su Hijo.
Como manda la liturgia, el Sábado Santo no hay Eucaristía, ya que hasta la Vigilia Pascual no resucita Cristo y, por tanto, no se vuelve a consagrar hasta ese momento. Esto hizo que el programa común de actos se viera alterado de modo que se compartió con los peregrinos la proyección del vídeo de un mensaje a Luz Amparo y el rezo del Santo Rosario.
Así, en el mensaje relatado correspondiente al día 6 de abril del año 2002, La Virgen nos lanza una pregunta: “¿Desde cuándo está el mundo así, hijos míos?”. Hace hincapié en la importancia de leer La Biblia y tratar al pie de la letra lo que pone para enseñar correctamente la verdad a los fieles. El Señor se refiere a los conventos para fomentar su fidelidad, a los matrimonios para que críen a los hijos en el amor a Dios y luchen por la paz en el hogar. Y a todos para que guarden un lugar privilegiado a Cristo en sus vidas.
Vivimos un sábado especial de la mano de nuestra madre cumpliendo con la normativa que nos exige la pandemia que estamos viviendo. Y seguimos guardando las ganas para encontrarnos otra vez todos juntos y celebrar los actos del primer sábado al lado de Nuestra Madre la Virgen de los Dolores.