Una vez más nos reunimos este primer sábado de mes, para rezar a nuestra Madre, la Virgen Dolorosa, en su lugar preferido: Prado Nuevo.
Los actos programados fueron los habituales para este día, que, a diferencia de otros primeros sábados, se celebraron en el interior del Centro de atención al Peregrino “Ave María”, para protegernos del frío propio de estas fechas. A partir de las 15:00 h., se proyectó un mensaje del día 6 de enero de 1996. En él, el Señor nos recuerda cómo los hombres hemos olvidado que Él es el Creador. Nos decía que el mayor presente que podemos hacer a su Corazón es el de apartarnos del pecado, con estas palabras: “Venid a mí, que yo os perdonaré todas vuestras culpas. Quiero que todos gocéis de la vida eterna”.
En este mensaje, también tiene unas palabras para los sacerdotes, pidiéndoles que sean fuertes y valientes para predicar la Palabra de Dios, recordándoles que en la Iglesia hay mucho trabajo y pocos que quieran trabajar para ella. Así mismo, les pide que no sean asalariados ni trabajen para el mundo, que trabajen para y en la Iglesia. Que difundan la necesidad de predicar que Dios es misericordioso y justo, que seremos juzgados según nuestras obras.
También la Virgen se dirige a nosotros diciéndonos: “¿Cómo los hombres pueden dudar de mi virginidad?… Mi virginidad fue intacta”. La Stma. Virgen fue Inmaculada, concebida sin mancha, además de ser la siempre Virgen María. Por eso nadie, menos aún los católicos, debemos dudar de estos privilegios de Nuestra Madre. En la Iglesia tenemos un día solemne para celebrar su Inmaculada Concepción, el 8 de diciembre.
También en este mensaje, el Señor nos decía cosas muy importantes para el bien de nuestra alma; os invitamos a todos a escucharlo en el siguiente vídeo correspondiente al directo que hicimos el primer sábado:
A las 16:00 h, dio comienzo el rezo del Santo Rosario, meditando los misterios gozosos. A esta hora, al no tener ahora restricciones de aforo, el interior de la Nave estaba prácticamente al completo.
La Santa Misa fue presidida por el padre José María, capellán de la Asociación, al que se unieron varios sacerdotes concelebrantes. Este segundo domingo de Adviento, el Evangelio nos habla de Juan Bautista en el desierto. En la homilía, el sacerdote nos explicó su significado: San Juan Bautista es la figura central en este 2º domingo de Adviento. El profeta recorre la comarca del desierto del Jordán predicando un bautismo de conversión para el perdón de los pecados. El desierto representa la austeridad, la desolación, y en el sentido espiritual viene a significar el abandono de este mundo en el que vivimos hacia Dios. Nos alejamos de Él por el pecado, la falta de práctica de sacrificio y la poca mortificación… Así rememoró unas palabras que decía Luz Amparo: “Un cristiano que no es mortificado, no es un buen cristiano”.
Nos recordó también que el tiempo de Adviento es un tiempo de mortificación y penitencia, y de profundizar más en la oración, haciéndonos la pregunta: “¿Qué sentido tiene hacer penitencia si el mundo no ve pecado donde hay pecado?”.
Terminamos la jornada de este primer sábado de diciembre con unos instantes de exposición del Santísimo.
Damos las gracias a todos aquellos que os pudisteis desplazar hasta aquí y también a los que no pudiendo, seguisteis el directo de la retransmisión por nuestro canal “Virgen Dolorosa El Escorial”.
¡Os deseamos a todos unas santas y felices Navidades!