Este primer sábado de enero tuvimos la suerte de celebrar la Solemnidad de Santa María, Madre de Dios, junto a los actos programados habituales. A pesar de ser una fecha en la que todos procuramos reunirnos con nuestros familiares y amigos, con motivo del fin de año e inicio del siguiente, la asistencia de los fieles ha sido sorprendente.
Como es habitual en esta época del año (invierno), los actos han sido celebrados en el interior del Centro de Atención al Peregrino “Ave María”. A la hora prevista, se proyectó el mensaje que Nuestra Madre dio a través de Luz Amparo el día 1 de enero de 1994, coincidiendo también con la Solemnidad que estábamos celebrando.
La Virgen en el mensaje nos describe cómo llegó a ser Madre de Dios, qué sintió Ella cuando el arcángel san Gabriel le dijo: “María, darás a luz un Hijo, al que pondrás el nombre de Jesús, que quiere decir Salvador”, y cómo vivió Ella el
momento de dar el «SÍ» definitivo que cambió por completo la historia de la Humanidad: “…y me empujaba esa divinidad a decir “si” sin comprender esas palabras”.
Sigue los actos de la Virgen de El escorial en el siguiente vídeo
El Señor nos dedicaba también unas palabras haciéndonos la promesa de derramar gracias a todos los que acudan a este lugar y recordándonos que los secuaces del anticristo están extendidos por todo el mundo, para hacer desaparecer el nombre de María, pues gracias a Ella, vino la salvación del mundo. Nos pidió que luchásemos por este lugar, Prado Nuevo, y formásemos un gran rebaño, que los hombres también intentan hacer que desaparezca, pero
no podrán, pues lo escogió Él y no se moverá de aquí.
A las 16:00 h., dio comienzo el rezo del Santo Rosario meditado, como enseñó la Virgen a Luz Amparo, rezando los Misterios Gozosos. Y a continuación, tuvimos la celebración de la Santa Misa propia de la Solemnidad de Santa María, Madre de Dios. La Eucaristía fue presidida por uno de los capellanes de la Obra de El Escorial, el padre Paulino, y concelebrada por varios sacerdotes, algunos de ellos miembros también de la Asociación Pública de Fieles “Reparadores de la Virgen de los Dolores”, y otros que son habituales y peregrinos de Prado Nuevo.
En la homilía, el padre nos recalcó la importancia y el privilegio que tuvo la Virgen de ser Madre de Dios y nos recordó varios mensajes recibidos por Luz Amparo, en los que se nos hace comprender la grandeza de este gran don que recibió Nuestra Madre. En uno de ellos, nos narra la conversación que tuvo la Virgen con el Niño Dios, dándonos a conocer el gran vínculo que existía entre ambos: “Lucero de mis entrañas. Hostia viva en mis manos. Estás reclinado en esta indigna doncella”. Luego, la Virgen le coge la mano y le dice con amor y respeto: “Amado mío, ¿me dais permiso para poderos besar en el rostro?”. Y el Niño: “Madre amada, haz de mí lo que quieras, y te doy gracias, Madre amada, por haberme criado con esa leche virginal”.
Finalmente tuvimos unos minutos de Adoración al Santísimo antes de la Bendición, que puso fin a los actos realizados este primer sábado del mes de enero en El Escorial.