Poco a poco, vamos regresamos a la normalidad en lo que afluencia de peregrinos se refiere y se va aumentando el aforo de los actos de los primeros sábados de mes. Este mes de febrero ya se notaba una buena asistencia de fieles desde las 15:00 h, momento en que dan comienzo los actos en el Centro de Atención al Peregrino “Ave María”.
El mensaje proyectado fue del día 3 de febrero de 2001. En él, el Señor le pide a Luz Amparo que grite a las almas que Él viene a salvarlas y a consumirlas en su amor, pero, para ello, debemos vaciar nuestro corazón, para que haga un “cielo” de cada alma y pueda refugiarse en ellas. Debemos destruir lo que hay de malo en nuestro interior: la soberbia, el orgullo, que nos llevan a consumar todos los demás pecados.
Hace especial mención a los hogares: “¿Cómo pueden funcionar vuestros hogares, hijos míos, si no está Dios en ellos? Por eso estáis en guerra constantemente, por eso los hijos se vuelven contra los padres y los padres contra los hijos”. Una vez más, nos da el mejor antídoto para llevar la armonía a nuestras casas: el rezo del Santo Rosario en familia; gracias al cual reinará la paz en nuestros hogares.
Acto seguido, continuamos con el programa de actos organizado por los sacerdotes de la Obra de El Escorial, rezando el Rosario, como nos enseñó la Virgen y meditando los Misterios Gozosos. Como podréis apreciar en las imágenes del directo, a esta hora el aforo estaba prácticamente al completo.
Actos completos en El Escorial, Prado Nuevo
A las 17:00 h en punto, dio comienzo el acto principal del Primer Sábado, la celebración de la Santa Misa. Este día estuvo presidida por el P. José María, que es uno de los capellanes de la Asociación, y concelebrada por varios sacerdotes, peregrinos de El Escorial. En la homilía nos recordó unos consejos que el papa Francisco da a los sacerdotes para las mismas: una idea, una imagen y un afecto.
Seguidamente, hizo la comparación de los pescadores con los evangelizadores de la palabra de Dios, recordando la similitud que tienen entre ambos. Un pescador suele salir a la mar a pescar con varios pescadores, al igual que el Señor siempre enviaba a los apóstoles a predicar de dos en dos.
También nos dio la clave del milagro de la pesca tan abundante, que no es más que la obediencia de Pedro —un pescador experimentado y que había estado toda la noche faenando sin éxito alguno— a las palabras del Señor: “Rema mar adentro, y echad vuestras redes para la pesca”. A lo que respondió sin pegas: “Maestro, hemos estado bregando toda la noche y no hemos recogido nada; pero, por tu palabra, echaré las redes”.
Para finalizar los actos, como es costumbre los primeros sábados en Prado Nuevo, tuvimos unos instantes de exposición del Santísimo Sacramento antes de dar la bendición final y el canto de despedida a la Virgen María.