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Apariciones de la Virgen en El Escorial en Prado Nuevo

Primer sábado del mes de junio en Prado nuevo (03-06-2023)

Rezo del Santo Rosario en procesión en Prado Nuevo

​Finalizado el mes de mayo, dedicado a nuestra Madre, la Santísima Virgen, nos hemos reunido este primer sábado de junio con gran afluencia de peregrinos, llegados desde distintos puntos de España, Portugal, Francia, Italia… para rezar y consagrarnos al Sagrado Corazón de Jesús.

A las 15:00 h, se proyectó el vídeo con el mensaje de 4 de noviembre de 1995, en el que tanto el Señor como la Santísima Virgen, a través de su instrumento Luz Amparo, nos siguen hablando y ayudando a fortalecer y confirmar nuestra fe, que podemos resumir en la importancia de acudir a este lugar, Prado Nuevo

“Hija mía, hoy voy a derramar muchas gracias sobre todos los que acudan a este lugar. Los ángeles serán encargados de sellar todas las frentes… Quiero, hijos míos, que me saquéis en procesión. Los hombres han olvidado que este lugar también es sagrado. Sacadme en procesión, para que los hombres eleven sus plegarias a Dios su Creador”.

Pincha en la imagen para ver los actos del primer sábado.

En la predicación del Evangelio tal como es; “Si yo vengo a enseñaros la verdad y a recordaros que la verdad está escrita en el Evangelio y, repito, que los hombres lo mutilan”.

En la petición de que el amor que nos da Dios sea reciproco: “Yo pido a los hombres que amen un poco a nuestros Corazones, y vengo a enseñarles las verdades, a enseñarles a amar… Hijos míos, ¡qué amor tan inmenso tengo a los hombres y qué poco amor recibo de ellos!”. 

​Para finalizar este precioso mensaje, Luz Amparo contempla una escena muy dolorosa: las almas condenadas de unas jóvenes que perecieron en un accidente y que decían que no existía el Infierno.

La misericordia de Dios hizo que Luz Amparo contemplara igualmente el alma de una de las jóvenes que pidió perdón de sus pecados y que hablaba desde el Purgatorio: “Dios se apiadó de mi alma, porque yo sentí esa luz divina y me acordé del Infierno y pedí perdón a Dios de todos mis pecados, y Dios me los perdonó; pero tengo que purificarlos…”.

La ausencia de lluvia por la tarde permitió salir la procesión con la imagen de la Virgen de los Dolores, como expresión de nuestra fe y agradecimiento por las gracias recibidas, en especial el don de la lluvia. Todo el recorrido estuvo  marcado por el rezo del Santo Rosario meditado y los cantos entonados por los fieles.

​Minutos después de las 17:00 h. dio comienzo la Santa Misa (solemnidad de la Santísima Trinidad) presidida por el P. Paulino y concelebrada por varios sacerdotes.

Durante la homilía, el padre destacó la importancia de la solemnidad de la Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, tres personas distintas, un solo Dios verdadero. Fue también domingo de la Santísima Trinidad, aquel 14 de junio de 1981  cuando la Santísima Virgen Dolorosa se apareció por primera vez a Luz Amparo en Prado Nuevo, como queriéndonos indicar que Dios ha enviado a la Virgen María para traernos estas gracias, para ayudarnos a renovar nuestra vida cristiana en este lugar.

​La fiesta de hoy, nos hace contemplar este maravilloso misterio de amor y de luz del que procedemos y hacia el cual se orienta nuestro camino en la Tierra. La Iglesia nos invita a alabar a Dios, no tanto para pedirle cosas sino para reconocer su belleza, su grandeza, su misericordia, su poder, su amor, de donde proceden todas las obras buenas que hace con nosotros.

​Los mensajes de Prado Nuevo nos recuerdan la importancia de alabar a Dios, para reparar y honrarle ante tantas ofensas como recibe diariamente con nuestros pecados.

Durante la Exposición del Santísimo, hicimos una Consagración al Sagrado Corazón de Jesús, para pedirle su protección, para que nos introduzca dentro de su corazón ofreciendo nuestra persona y obras por Él, con Él y en Él por la redención del mundo, dejando que Él sea Dueño y Señor de nuestra vida pasada, presente y futura.

En esta ocasión, contamos con el testimonio de cuatro mujeres ecuatorianas Blanca, Gloria, Blanca y Laura, residentes en Madrid, quienes habiendo participado en grupos de oración buscaron un lugar donde encontrarse con la “mamita” Virgen. Al conocer las Apariciones de la Virgen de El Escorial, han perseverado en su devoción por la Santísima Virgen María, en el rezo del Santo Rosario, Adoración Eucarística…, habiendo recibiendo muchas bendiciones espirituales y materiales. En el caso de Laura, después de un tiempo apartada de la Iglesia, llegando a perder la fe, incluso cayendo en depresión, da gracias a Dios haberse podido levantar y estar hoy día aquí en Prado Nuevo.

Todos los actos de este primer sábado de junio se ofrecieron en acción de gracias por el don recibido de la lluvia y por las necesidades e intenciones de los peregrinos.

​Meditemos este mes: “Que tu corazón se parezca al de Cristo, que aceptó todas las penas de los hombres. Agota tus penas y enjuga las penas de los demás; de esta manera, tendrás grandes ingresos para la eternidad” (Pensamiento 113 de Luz Amparo).