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Apariciones de la Virgen en El Escorial en Prado Nuevo

Primer sábado del mes de mayo en Prado Nuevo (6-5-2023)

Flores a la Virgen en Prado Nuevo de El Escorial

Este mes de mayo, con gran afluencia de peregrinos llegados desde distintos puntos de España, de Francia, Portugal, etc, se lo dedicamos a la más bella de todas las criaturas, a la santísima Virgen María, que ofreció toda su vida al cuidado y servicio de Jesucristo, nuestro Redentor.

En este día meditamos un hermoso pensamiento de Luz Amparo: María es la Madre de Dios, pues de Ella ha nacido el Salvador; Ella ha dado la vida a Aquél que ha dado vida y es la Vida del mundo; por eso es la Madre de mi vida…Para mí el vivir es Cristo.

Las flores son el regalo más frecuente al que recurrimos los hijos para agasajar a nuestras madres; muestra de este amor hacia Ella, nuestra Madre del Cielo, ha sido la ofrenda de flores que, desde primera hora de la mañana, se han estado colocando a los pies de la imagen de la Virgen de los Dolores.

En esta ocasión tan especial, hemos contado con el testimonio de distintos peregrinos, muchos de los cuales se convirtieron en Prado Nuevo y después de 40 años ¡siguen acudiendo a este lugar a dar gracias, a pedir la intercesión de la Virgen!

Confesiones Virgen de El Escorial de El Escorial

A las 15:00 h., se ha proyectado el mensaje del día 6 de mayo de 2000, mensaje sencillo a la medida de la comprensión de todos, que podemos resumir en la presencia de la Virgen como Madre de todos los pecadores, de todos los afligidos, Madre de todos los hombres “…porque así lo quiso Cristo al pie de la Cruz, cuando dijo a Juan: He ahí a tu Madre…; he ahí a tu hijo. Por eso soy Madre de los hombres y mi Corazón sufre por ellos”. En el amor incondicional hacia todos nosotros: “Mi palabra es la verdad, y aquél que duda de mi palabra, duda del Espíritu. Y yo vengo a corregir a los hombres, a ayudar a los hombres y a amar a los hombres, porque no he dejado de amarlos”. Y en la bendición de perseverar acudiendo a Prado Nuevo: “¡Cuántas gracias habéis recibido de este lugar! ¡Cuántas ovejas perdidas han vuelto al rebaño! ¿Por qué los hombres, obstinados, están en que mis mensajes son largos, en que tanto mensaje?… ¿Pero el mundo no necesita mi palabra…… ¡Cuántas almas han subido al Cielo por pisar este lugar! ¿No es grande, hijos míos, alcanzar el Cielo las almas?”.

Pincha en la imagen y verás la ofrenda de rosas a la Virgen.

“Gracias, hijos míos, a todos los que acudís a este lugar, porque cada conversión de cada alma que acude a este lugar hay una gran fiesta en el Cielo. ¡Cuántas fiestas se han celebrado en el Cielo por tantas y tantas almas como se han convertido!”.

“Velad por la Obra, hijos míos. Velad todos juntos. No permitáis que nadie pueda dañar esta Obra, hijos míos. Si la amáis, protegedla”.

Al comienzo de la procesión, muestra de nuestra fe, se han lanzado pétalos de rosas al paso de la imagen de la Virgen de los Dolores.

Pétalos de rosas tirados a la Virgen de los Dolores

Durante el rezo del Santo Rosario, y profundizando en el mensaje de 7 de junio de 1986, cuando la Santísima Virgen nos dijo que “cada avemaría es una rosa que sale por la boca del ser humano y llega directamente al Cielo”, se iba colocando una rosa simbolizando nuestras peticiones y nuestro profundo amor hacia Ella.

​Finalizada la procesión, se ha celebrado la Santa Misa presidida por el P. José María y concelebrada por varios sacerdotes.

En la homilía, el padre ha destacado en relación con el Evangelio de san Juan (14, 1-12), la figura del Santo Cura de Ars, ejemplo y modelo para todos los sacerdotes del mundo.

Asímismo, no debemos olvidar que, para todos nosotros, Jesucristo, es el Camino, la Verdad y la Vida, aunque algunos no sepan quién es; por lo que debemos rezar para ser, de alguna manera, cauce de la palabra de Dios: los sacerdotes desde su ministerio, los laicos, las religiosas dando testimonio de su fe, para todo aquel que quiera escuchar el mensaje del Evangelio.

Santa Misa en Prado Nuevo de El Escorial

El Corazón de Jesús está en todos: en el que sufre, en el despreciado, en el marginado. Y nosotros, si tenemos un corazón mínimamente cristiano, debemos asistir y consolar, como hacen tantas religiosas, religiosos, con los ancianos, entrega generosa que es testimonio del Evangelio de Jesucristo que hoy proclamamos en este quinto domingo de Pascua.

Dios nunca nos abandona, El nos sigue ofreciendo el camino a la vida que nunca se acaba y lo ha proclamado en el Evangelio de hoy, “Creed en Dios y creed en mí”.

Durante la Exposición del Santísimo hicimos la Consagración al Corazón Inmaculado de María, con una sencilla, pero profunda fórmula, con la que que hemos puesto nuestro cuerpo, alma, posesiones y nuestra vida entera bajo la protección, orientación e intercesión de Nuestra Señora.

Todos los actos fueron ofrecidos por todas las intenciones de los peregrinos y por el don de la lluvia.

Con la mirada siempre puesta en la Santísima Virgen María, feliz y bendecido mes de mayo.