Un mes más nos hemos reunido para celebrar los actos litúrgicos del primer sábado de mes y honrar, así, a nuestra Madre la Virgen Dolorosa.
Como veníamos sufriendo estos últimos meses, la pandemia que estamos viviendo nos obliga a seguir una serie de restricciones y normas que favorecen la seguridad de todos.
Este mes de noviembre es el dedicado a las almas del purgatorio especialmente. Se nos invita a tenerlas muy presente y a pedir por su entrada en el Cielo lo antes posible.
Como cada mes, el programa de actos consta de la proyección de un mensaje que la Virgen le transmitió a Luz Amparo, el rezo del Santo Rosario y la celebración de la Eucaristía. Por motivos a los que ya nos hemos referido antes: el covid-19, la asistencia al Centro de Acogida de Peregrinos se ve limitada por cuestiones de movilidad en las diferentes comunidades autónomas y por cuestiones de aforo. De este modo, a través de nuestro canal de You-Tube: “Virgen Dolorosa el Escorial” se retransmiten los actos, en directo, desde las 15 horas.
El mensaje proyectado corresponde al día 2 de febrero de 2002. En él, Dios permite que se comuniquen con el instrumento escogido tres almas: una del purgatorio, una del infierno y otra que ya ha alcanzado el Cielo.
La primera le habla del gozo que siente porque ha visto a Dios pero necesita más tiempo para purificar, aunque su tiempo no es el de la Tierra:
“Gracias a vuestras oraciones estoy esperando salir de un momento a otro de este lugar.”;
Alma del purgatorio
“No queremos nada ni aspiramos a nada que no sea Dios, que no sea la eternidad: estar con la Divina Majestad de Dios.”
La segunda, ya condenada, le habla desde el Odio y el rencor y el deseo de que todo el mundo acabe donde está ella:
“Nuestra misión es el odio, la destrucción, el desamor; es un tormento que no acabará nunca y nunca nos consumirá”
Alma del infierno
La tercera, ya santa porque ha alcanzado el Cielo, corresponde al padre Alfonso María, director espiritual de Luz Amparo, al cual Dios le permite hablarle a ella.
“¡Qué grandezas las que hay aquí! ¡Qué diferencia en la Tierra a este lugar!”
Alma del cielo
El Evangelio nos deja claro que tenemos que velar y orar porque no sabemos ni el día ni la hora. (Mt 25, 1-13).
Fueron varios los sacerdotes con-celebrantes con los que contamos en la celebración de la Eucaristía, por la gracia de Dios; y el padre José María, en la homilía, nos resaltó la importancia de la lucha para ganar la vida eterna, de lo que tenemos que hacer para alcanzar la gracia y, solo con ella, ganarnos la Gloria. Esta vida es temporal pero la vida real es la eterna. Nos hizo referencia a dos citas: una referente a un refrán popular:
“Muerte, juicio, infierno y gloria ten cristiano en tu memoria”
y otra de Luz Amparo en la que resalta la importancia del amor para ganarse el Cielo:
“No digas que vives sino amas, porque la vida no es vida sin amor; quien no vive en el amor habita en la región de la muerte y ahí termina todo, pero el que vive en el amor tendrá vida eterna.”
Os invitamos a que, si por las circunstancias evidentes que nos está tocando vivir no es posible la asistencia presencial a los actos del primer sábado, nos acompañéis a través del canal de You-Tube. Esta herramienta nos facilita la unión en la distancia y el culto a Dios y a nuestra madre La Virgen Dolorosa.