Queridos peregrinos: un mes más nos reunimos bajo el amparo de la Santísima Virgen Dolorosa; a pesar de las frías temperaturas, los peregrinos fueron fieles a su cita.
En este mes dedicado a las almas del Purgatorio, la doctrina de la Iglesia nos enseña que el Purgatorio es el estado de los que mueren en amistad con Dios, pero, aunque estén seguros de su salvación eterna, necesitan aún de purificación para entrar en la eterna bienaventuranza.
La purificación debe ser completa; por esa razón debemos de pedir mucho por estas almas tan necesitadas de oración.
El Señor y La Santísima Virgen han pedido numerosas veces, por medio de Luz Amparo, oración y sacrificio para ayudar a las almas del Purgatorio.
Los actos han seguido la pauta de los primeros sábados. Sobre las 15:00 h., hemos escuchado el mensaje del día 3 de julio de 1993, donde el Señor nos habla sobre la grave situación en la que se encuentra el mundo, cómo los pecados capitales van a la cabeza, y los gobernantes con palabras engañosas llevan a los hombres a un ideal destructor y quieren hacer desaparecer todos los principios de Dios.
“Si Dios es el principio y el fin (…). ¡Ay!, cuando os presentéis ante Dios (…). No saben que ningún arma podrá con los que viven la fe, con los que viven el Evangelio, con los hijos de Dios”. Además, en este mensaje, el Señor nos pide oración, sacrificio y unidad.
El Señor 3-julio-1993
Le hace ver a Luz Amparo la fuerza de la oración, cómo las almas se han salvado con tantas y tantas oraciones. Y ella nos transmite cómo la Santísima Virgen pide a su Hijo compasión por las almas: “Hijo mío, ten compasión de todos estos hijos, porque sus madres han derramado caudales de lágrimas de dolor por ellos”… El amor de las madres, “cómo interceden por sus hijos, y estas lágrimas las traigo aquí”.
Pero también le hace ver a Luz Amparo otro lugar, un lugar triste y fúnebre…
Este mensaje termina con la bendición de los objetos, con bendiciones especiales para los pobres pecadores.
A las 16:00 h., comenzamos el rezo del Santo Rosario; como es costumbre en el mes de noviembre, se ha rezado un misterio más por las almas del Purgatorio; en esta ocasión, fue el quinto Misterio Luminoso, “la Institución de la Eucaristía”.
A continuación, vivimos la Santa Misa presidida por el padre Paulino, uno de los capellanes de la Asociación: el Evangelio según San Marcos (12, 38-44) nos habla sobre cómo a los escribas les encantaba pasearse para ser vistos y buscar los primeros puestos. Jesús observaba a la gente que iba echando dinero; los ricos daban de lo que les sobraba, pero sin embargo una viuda pobre echó todo lo que tenía; por eso el Señor, llamando a sus discípulos, les dijo: “Os aseguro que esa pobre viuda ha echado en el arca de las ofrendas más que nadie…”
El sacerdote en la homilía nos recordó cómo el Señor quería preparar a sus apóstoles, diciéndoles que tuviesen cuidado con los escribas, y les pone como ejemplo a la pobre viuda, a la que alaba por su generosidad. Resaltó la importancia de la generosidad, que para que sea auténtica tiene que reunir 3 características:
- La primera, es que no es tanto la cantidad, sino la entrega de lo que damos.
- La segunda, es que ha de ser hecha con gran confianza y abandono en la divina Providencia.
- La tercera, que esa obra generosa se haga en conciencia para ayudar y dar gloria a Dios.
Nos recordó un mensaje en el que el Señor dice: “Escondeos cuando hagáis las obras, no busquéis palmaditas, ni escuchéis halagos”. “Que vuestras obras estén unidas al amor de Dios”. El padre terminó diciéndonos: “el Paraíso es la moneda que el Señor nos da por la entrega y generosidad a los necesitados”.
Finalizamos los actos en honor a Nuestra Madre con unos minutos de exposición del Santísimo Sacramento, muy contentos por haber podido transmitiros a todos desde Prado Nuevo las últimas noticias en este día.
Os agradecemos vuestra presencia, a los que pudisteis acudir físicamente, y a los que seguisteis el directo desde nuestro canal “Virgen Dolorosa El Escorial”.