“Quiero que mi madre sea venerada, y quiero que la imagen de mi madre salga en procesión (…)”
El Señor, 5 de febrero de 1994.
Y, así, el pasado Viernes Santo se cumplieron, una vez más, las palabras de Cristo y su Santa Madre. Juntos, en dos filas, y con velas caminamos detrás de la imagen de la Virgen Dolorosa en profundo silencio acompañando a María en la soledad por la muerte de su Amadísimo Hijo.
Fue un encuentro muy emotivo y sincero por parte de cada hombre que cargaba las andas de la talla; por las personas que, con mucho amor, se situaron detrás de la Virgen en silencio y con mucha devoción. Así como, las palabras que leyó el sacerdote encargado de la dirección de la procesión, llegaron al corazón de cada uno de los asistentes.
Nunca antes se había sacado la Virgen en procesión, fuera de la que se hace cada primer sábado de mes. Ha sido, pues, en esta Semana Santa, el Viernes Santo, cuando esta iniciativa ha visto la luz y por un tiempo hemos seguido los pasos y apoyado la Soledad de Nuestra Madre siguiendo las palabras que Luz Amparo Cuevas escuchó que el Señor dice a la Virgen en la cruz el 12 de febrero de 1982:
“El Señor dice a la Virgen : <<Mujer, he ahí a tus hijos>> Y luego dice <<Hijos, ahí está vuestra Madre, cuidadla. >>
Y bajo ese lema procesionamos con la imagen meditando los siete Dolores de la Virgen y terminamos dejándola a los pies de su hijo muerto en la cruz.
Puedes ver la procesión completa pinchando en la siguiente imagen: