El papa Francisco celebra la XXXVIII Jornada Mundial de la Juventud en Lisboa, Portugal. Es por esta razón que multitud de personas, en su mayoría jóvenes, acudirán del 1 al 6 de agosto para vivir un encuentro con el Santo Padre.
La JMJ es una oportunidad maravillosa para escuchar, meditar, profundizar e interiorizar las palabras que el Papa regale en su visita a la capital portuguesa. Tan importante es este viaje que las Hermanas Reparadoras están llenas de ilusión por este encuentro y para llevar su carisma y los mensajes de Nuestra Madre, la Virgen Dolorosa, a estas jornadas.
Ellas, con su entrega y alegría características y llenas de ilusión, van a embarcarse en un viaje del que seguro el Señor sacará muchos frutos, pues, una vez más, las palabras que la Virgen ha dicho en varias ocasiones en sus mensajes se cumplirán: “Diles a todos los que están constantemente contigo, hija mía, que procuren hacer apostolado, que se dediquen en cualquier parte del mundo que estén, que necesitan muchas almas recibir los mensajes de su Madre celestial, hija mía”.
Luz Amparo viajó, en su momento, por distintos lugares, llevando los mensajes que le transmitieron desde el Cielo y, así, lo inculcó a las almas, para que interiorizasen esas palabras. En esta ocasión, las Hermanas Reparadoras, tan queridas por su Fundadora, van a llevar su testimonio y todo lo aprendido de Amparo a las personas que allí se congreguen en torno al Papa y con las que, providencialmente, se encuentren. Así pues, el 2 de agosto a las 11:15, hora portuguesa (12:15 horas en España), tendrá lugar dicho testimonio.
Es de una enorme ilusión compartir que ellas tendrán su propio stand informativo en la zona llamada Roma 2000, y quien quiera podrá acercarse a conocerlas y a impregnarse de toda la alegría y emoción que, seguro, desprenderán al poder estar tan cerca del Vicario de Jesucristo, formando parte de algo tan grande como la JMJ, y de la mano de la Iglesia, siguiendo el ejemplo que siempre dio su fundadora: Luz Amparo Cuevas.