
Desde la persecución de los años 90, cuando se cerró el Prado con la ‟valla de la vergüenza”, surgió el actual Centro de Acogida a Peregrinos “Ave María”, donde Luz Amparo siguió recibiendo los mensajes del Señor y de la Virgen. En 2008, por su delicada salud, se habilitó una caseta móvil para continuar su misión, que es donde se ha situado el Altar en este primer sábado.
Octubre, mes del Rosario, se celebra con un video conmemorativo que destaca la importancia de rezarlo y los frutos espirituales que se obtienen por medio de esta oración mariana. Recordamos especialmente en este mes al fallecido Obispo auxiliar de Madrid, José Antonio Álvarez Sánchez, y pedimos por su eterno descanso.
Testimonios de fe: Daniel y el Diácono Miguel bajo el manto de María
Daniel, peregrino de Francia, llegó por primera vez a El Escorial en febrero de 2022, guiado por su amor a la Virgen. Desde entonces, su fe ha crecido profundamente. Invita a otros a responder al llamado de María: ‟Es la Virgen quien llama. Responded a su llamada. Es importante.”
Miguel, diácono, vocación nacida en esta Obra de Reparadores, expresa gratitud por iniciar el mes del Rosario en el lugar de su conversión y vocación. Recomienda lo que la Virgen pide: amor a la Iglesia, confesión y oración. ‟Unidos a Cristo tenemos la victoria asegurada.” Su testimonio inspira a vivir con entrega y fortaleza espiritual.

Mensaje divino de amor, fe y unidad
El mensaje que se proyectó en el Centro ‟Ave María” fue del primer sábado de mayo de 2001. El Señor transmite una llamada profunda a la conversión, a la oración y a la obediencia. Cada palabra revela su deseo de guiar a las almas hacia la luz, premiando el sacrificio, el sufrimiento y el silencio como caminos de redención:
- Oración, Rosario y bendición en familia
Se anuncia que todo aquel que acuda a este lugar sería bendecido y marcado con una cruz en la frente. El Señor insiste en rezar el santo Rosario, plegaria favorita de María, capaz de evitar grandes catástrofes. Se exhorta a los padres a enseñar esta oración a sus hijos, fortaleciendo la unidad familiar y espiritual. - Pruebas de fe y obediencia al Santo Padre
El Señor permite pruebas para purificar la fe, como en el caso de Abraham. Se pide unidad con el Santo Padre —entonces Juan Pablo II—, descrito como un varón santo y sabio, ejemplo de entrega y santidad. Sacerdotes, obispos y cardenales son llamados a imitarle y obedecerle. - Último aviso: conquistad almas para Dios
Se advierte que no se debe dudar de la palabra divina. La oración, el amor a la Iglesia y la predicación del Evangelio eran urgentes. Este era el último aviso del Señor: unidad, oración y fidelidad para conquistar almas.
Después del mensaje, participamos todos del rezo del Santo Rosario. El primer misterio fue rezado en francés por una peregrina belga; el segundo en español por una peregrina colombiana; el tercero en portugués, el cuarto en inglés y el quinto en español dirigido por Miguel, diacono portugués vinculado a esta Obra.

Una vez finalizado el Santo Rosario, pudimos participar en la Santa Misa presidida por el P. José María (capellán de la Asociación Pública de Fieles) y concelebrada por varios sacerdotes y con la asistencia del diácono Miguel, antes mencionado.
Homilía: ‟Auméntanos la fe” (cf. Lc 17, 5-10)
En este domingo, el Evangelio recoge la súplica de los apóstoles: ‟Auméntanos la fe”. Jesús responde que una fe auténtica, aunque sea pequeña, puede mover lo imposible. La homilía invitó a redescubrir la fe como virtud viva, sostenida por la oración y las obras. En este sentido, el Santo Rosario, oración predilecta de la Virgen, tiene un poder transformador; octubre es su mes, y rezarlo con devoción puede cambiar el mundo.
El P. José María contó el testimonio del padre Maurizio, sacerdote italiano amenazado por la mafia, exponiendo una fuerte experiencia vivida por este sacerdote, que revela una fe valiente que responde al mal con amor y perdón. Su ejemplo interpela a vivir una fe fecunda, capaz de resistir la violencia y dar testimonio del Evangelio. La homilía concluyó con un llamado a reavivar la fe mediante obras de caridad, oración constante y la intercesión de María, Reina del Rosario.
Finalmente, tuvimos unos minutos de Adoración al Santísimo Sacramento y los peregrinos pudieron pasar bajo del manto de la Virgen en este mes tan especial para recibir sus gracias.


